Viendo el fútbol argentino, mediocre por donde se lo mire, con algunas excepciones, he llegado a la siguiente reflexión: el futbolista argentino ANTES DE DAR UN BUEN PASE tiene MUCHAS PRIORIDADES.
El orden de prioridades es este:
1 - intentar gambetear o tirar un caño (tunel) sin tener control del balón;
2 - intenta gambetear o tirar un caño pero esta vez ya tiene el control del balón;
3 - recien intenta parar la pelota... pero con la mano;
4 - al no poder parar la pelota con la mano, intenta con los pies;
5 - una vez que para la pelota, VUELVE a la opción número DOS (intenta gambetear o tirar un caño);
6 - al no poder gambetear y, por ende pierde la pelota, exige una falta inexistente;
7 - mira a la tribuna, se acomoda el cabello, la indumentaria, se ata los cordones del botín, etc;
8 - con el control del balón en su poder, intenta hacer una falta;
9 - y recien... por último, cuando ya intentó un montón de posibilidades, da un pase........ MALO, este pase es MALO porque es LA ÚLTIMA OPCIÓN QUE INTENTA, cuando ya está jugado y atorado por los rivales, compañeros, árbitros, hinchada, dirigentes, etc...
Que fácil sería, creo yo, jugar al fútbol teniendo el pase como primera opción. O segunda como mucho, siendo la primera para la pelota.
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